07 abril 2011

Wassonita, nuevo mineral descubierto por NASA




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La NASA, en colaboración con investigadores de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, ha encontrado un nuevo mineral llamado wassonita en uno de los meteoritos de más importancia histórica recuperado en la Antártida en diciembre de 1969. El nuevo mineral fue descubierto dentro de la condrita de enstatita que forma el meteorito Yamato 691. El meteorito fue descubierto el mismo año que otros meteroritos remarcables, Allende y Murchison, y en que se obtvuieron las muestras lunares recogidas por el Apolo. El estudio de los meteoritos ayuda a definir nuestra comprensión de la formación y la historia del sistema solar.

El meteorito Yamato 691 probablemente puede tener su origen en un asteroide que orbita entre Marte y Júpiter. La wassonita está entre los más pequeños, pero más importantes, minerales identificados en la muestra, que data de hace 4.500 millones de años. El equipo de investigación, encabezado por el científico de la NASA Keiko Nakamura, agregó el mineral a la lista de los 4.500 oficialmente reconocidos por la Asociación Mineralógica Internacional.

Wassonita (Wassonite).


"La wassonita es un mineral formado por sólo dos elementos: el azufre y el titanio; sin embargo, posee una estructura cristalina única que no ha sido previamente observada en la naturaleza", dijo Nakamura-Messenger. En 1969, los miembros de la Expedición Antártica Japonesa de Investigación descubrieron nueve meteoritos en el campo de hielo azul de las montañas de Yamato en la Antártida. Esta fue la primera recuperación significativa de meteoritos antárticos y representó muestras de diferentes tipos. Como resultado, los Estados Unidos y el Japón llevaron a cabo un seguimiento sistemático de búsqueda de meteoritos en la Antártida, en la que se recuperaron más de 40.000 especímenes, incluidos meteoritos marcianos y lunares extremadamente raros.

Los investigadores encontraron minerales adicionales desconocidos rodeados por wassonita que están siendo investigados. Este mineral es menos de una centésima parte del grosor de un cabello humano. Habría sido imposible descubrirlo sin un microscopio electrónico de transmisión de la NASA, que es capaz de aislar los granos de wassonita y determinar su composición química y estructura atómica.

El meteorito Yamato 691.


El nombre del nuevo mineral fue aprobado por la Asociación Mineralógica Internacional. Honra a John T. Wasson, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Wasson es conocido por sus logros en la investigación y el impacto de meteoritos, incluyendo el uso de datos de activación de neutrones para clasificar los meteoritos y la formulación de modelos para la composición química de las condritas.

"Los meteoritos, y los minerales en su interior, son ventanas a la formación de nuestro sistema solar", dijo Lindsay Keller, científico espacial en el Centro Johnson de la NASA en Houston. Keller es el co-descubridor e investigador principal del microscopio usado para analizar los cristales de wassonita. "A través de este tipo de estudios podemos aprender acerca de las condiciones existentes y los procesos que se estaban produciendo entonces".

Fuente: Europa Press

Los meteoritos, y los minerales en su interior, son ventanas a la formación de nuestro sistema solar.


Quantum opina:

El Yamato 691 (Y-691) es un meteorito de 4,5 mil millones años de edad, la cual fue descubierta por miembros de la Expedición de Investigación Japonesa de la Antártida en las montañas Yamato, el 21 de diciembre, 1969. Yamato 691 fue una de las nueve muestras de meteoritos identificadas por el grupo japones y que posteriormente fue estudiada en el Instituto Max Planck de Química, en Mainz, Alemania.

En este meteorito se encontraron los siguientes minerales:

* Troilita
* Espinela
* Augita
* Diopsido
* Enstatita
* Pigeonita
* Albita
* Nefelina
* Hierro
* Olivino
* Wassonite - recien descubierto en abril de 2011

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02 abril 2011

La Tierra en realidad parece una patata




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Así lo dijeron expertos en observación de la Tierra reunidos en la Universidad Politécnica de Múnich (sur de Alemania) para presentar los primeros resultados del satélite europeo GOCE (acrónimo en inglés de Explorador de la Circulación Oceánica y de la Gravedad). El satélite de la ESA ha tomado en dos años todas las medidas necesarias para trazar la superficie del geoide de referencia de la Tierra. A partir de esta medición se determinó que la Tierra en realidad, vista con 10.000 veces de aumento, parece una patata.

En los polos, la Tierra está levemente achatada por efecto de la rotación. Sin embargo, los macizos montañosos como el Himalaya, así como masas diversas en el interior de la Tierra tienen un efecto sobre el campo gravitatorio de la Tierra y los océanos. La altura del nivel del mar varía en todo el mundo hasta en 100 metros, según las mediciones de GOCE.



El geoide, que es la forma que tendría un océano imaginario que cubriese todo el planeta sin tener en cuenta corrientes o mareas, es una superficie de referencia fundamental para medir con precisión la circulación oceánica, los cambios del nivel del de Mar o la dinámica del hielo. Estos tres fenómenos están afectados por el cambio climático, al que se pueden aplicar los resultados obtenidos por el satélite.

La altura del nivel del mar varía en todo el mundo hasta en 100 metros, según las mediciones de GOCE.

El nuevo modelo del geoide ilustra que hay importantes diferencias en la gravedad en diversos puntos del planeta. El punto de menor gravedad de la Tierra se sitúa en el Sur de India. La región de América del Norte tiene un campo gravitatorio bajo, lo que en la nueva imagen del geoide distribuida por la ESA se representa con el color azul.

Sin embargo, el color amarillo representa las zonas de mayor gravedad, por ejemplo la región de España y parte del norte de Europa. La parte occidental de América del Sur, la región correspondiente a la cordillera de los Andes, y Australia también tienen una gravedad alta. Los datos también muestran cómo se mueven los océanos y cómo se distribuye el calor del Sol por el planeta.



Los científicos descubrieron también con el satélite GOCE que las corrientes del Atlántico Norte tienen una importancia crucial en regular el clima de la Tierra y que las corrientes de la superficie de los océanos pueden dispersar polución a grandes distancias. Según destacaron los científicos, es prácticamente seguro que el terremoto de 9 grados en la escala de Richter que sacudió a Japón el pasado 11 de marzo modificó la forma de los océanos debido a su fuerte intensidad.

Roland Pail, experto de la Universidad Politécnica de Múnich, dio por seguro que el terremoto de Japón ha influido en la forma de la Tierra ya que fue "un movimiento masivo". Pail explicó que el satélite GOCE pasó por la zona del terremoto un día después de la catástrofe, por lo que los datos y las imágenes recopiladas mostrarán "con seguridad" una modificación en la forma del geoide al compararla con la información anterior.

La costa de Brasil y parte de la costa del norte de África, pueden observarse en esta imagen.


"Los datos de gravedad obtenidos por GOCE están ayudando a desarrollar un modelo mejorado de los procesos que dan lugar a terremotos como el que recientemente devastó el noreste de Japón", según la ESA. El terremoto del 11 de marzo fue causado por el movimiento de las placas tectónicas en el fondo del océano, lo que hace imposible observarlas directamente desde el espacio.

Sin embargo, la ESA añade que "los terremotos dejan una huella visible en las mediciones del campo gravitatorio, que pueden ser utilizadas para comprender mejor los procesos que dan lugar a este tipo de catástrofes naturales y quizás algún día ser capaces de predecirlas". GOCE fue lanzado el 17 de marzo de 2009 desde el cosmódromo ruso de Plesetk y es el primero de una serie de satélites de exploración de la Tierra.

La nueva generación de receptores del sistema global de navegación por satélite GPS utilizarán los datos de GOCE, así como los nuevos modelos para determinar la altitud, por ejemplo, dijo el director de los programas de observación de la Tierra de la ESA, Volker Liebig. Además, los resultados de GOCE, misión que ha costado 350 millones de euros, permitirán entender mejor la importancia climática del océano.

Fuente: ESA

Satélite GOCE (Explorador de la Circulación Oceánica y de la Gravedad) de la ESA.


Quantum opina:

El satélite GOCE fue lanzado en marzo de 2009 y lleva doce meses recogiendo datos de gravedad. Volker Liebig, Director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, dijo que, beneficiado de un período de excepcional baja actividad solar, GOCE ha sido capaz de permanecer en órbita baja y lograr una cobertura de todo el planeta seis semanas antes de lo previsto. "Esto también significa que todavía tenemos combustible para continuar midiendo la gravedad hasta final de 2012, duplicando así la vida de la misión, y agregar aún más precisión al geoide GOCE".

GOCE ha logrado muchas novedades en la observación de la Tierra, gracias a su gradiómetro, su órbita de menor altitud pese a su tonelada de peso, y su innovador motor de iones que genera fuerzas pequeñas para compensar la resistencia del satélite.

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