23 septiembre 2011

UARS baja velocidad, impacto al final de la noche o primera hora de mañana




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El satélite UARS está ya en órbita a 160 por 170 kilómetros, según el último parte de la NASA, a las 16.30 (hora peninsular) y la entrada en la atmósfera "se espera ahora a última hora de hoy o primera hora de mañana" (hora de la costa Este de EEUU). La actividad solar ha dejado de ser el factor principal en la tasa de descenso del artefacto, señala la NASA. Pero la orientación del UARS parece que ha cambiado y ahora desciende más despacio. Además, la NASA matiza que aunque es muy baja la probabilidad de que algún fragmento no se queme al entrar en la atmósfera, no se puede descartar completamente.



Una caída en territorio de Norteamérica quedó ayer descartada en el parte diario de la NASA. A medida que se acerque el momento crítico, la agencia espacial podrá indicar con mayor precisión los datos de hora y lugar. De momento, ha señalado que la probabilidad de que el UARS produzca algún daño a una persona es muy escasa (una entre 3.200) y lo más seguro es que caiga en el océano, dado que la mayor parte de la superficie de la Tierra es agua. Al entrar en la atmósfera, el UARS se destruirá y quemará en su mayor parte, dadas las altas temperaturas que se generan por el rozamiento, pero algunas piezas pueden sobrevivir, 26 han calculado los ingenieros, sobre todo las de titanio y acero, y esas llegarían al suelo. La NASA ha declarado su interés en recuperar cualquier pieza de su satélite y pide, para ello, la colaboración de ciudadanos y autoridades de los países en los que potencialmente pueden caer.

Como el UARS se puso en órbita con una inclinación de 57 grados sobre el Ecuador, va barriendo toda la Tierra entre 57 grados de latitud Norte y 57 de latitud Sur, de manera que no puede entrar en la atmósfera fuera de esta amplia franja. El satélite, que costó 750 millones de dólares (unos 540 millones de euros al cambio actual), se lanzó al espacio en 1991 con la misión de observar la capa de ozono del planeta, la composición química de la alta atmósfera, los vientos y las temperaturas. Fue un éxito y estuvo operativo, en órbita a 580 kilómetros de altura, más tiempo de lo previsto, hasta 2005, cuando dejó de funcionar.

La imagen muestra algunas tomas telescopicas del satélite UARS capturadas el 15 de septiembre 2011. Crédito Thierry Legault - Emmanuel Rietsch.


Ahí se originó el problema. Según Belló-Mora, "no se debe apurar hasta el último momento la utilización de un satélite, sino que hay que conservar algo de combustible y capacidad de control para planificar y dirigir su reentrada en la atmósfera". Si se hace correctamente, como en el caso de la estación Mir, en 2008, los controladores de un equipo en órbita que se deja de utilizar lo dirigen hacia el océano, normalmente el Pacífico (por su extensión), evitando así que puedan caer sus fragmentos en zonas habitadas.

La falta de control del satélite, además, dificulta la predicción del lugar y la hora de su entrada en la atmósfera y caída. Dos factores confieren incertidumbre a los cálculos de los especialistas: la actividad solar y la posición del artefacto que está a punto de caer. El otro factor de incertidumbre es la orientación del UARS. Mide algo más de 10 metros de largo y, si va atravesado, expone una gran superficie al rozamiento atmosférico, área que es notablemente menor si va enfilado (su diámetro es de unos 4,5 metros) realizando tumbos en su entrada.

Fuentes: El País, NASA

Trayectoria del satélite UARS.


Quantum opina:

Utilizando su cuenta de la red de microblogging (Twitter), la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos aclara: "La reentrada se espera para el final del viernes 23 de septiembre o el inicio del 24, teniendo en cuenta la hora del este (de los Estados Unidos)". "La actividad solar ya no es el factor más decisivo en el ratio de descenso del satélite. Su orientación o configuración aparentemente ha cambiado, y su descenso es ahora más lento".

"Hay una baja probabilidad de que los desechos que sobrevivan a la reentrada caigan en Estados Unidos, pero la posibilidad no puede ser anulada a causa de su cambio de velocidad de descenso". "Es muy temprano para predecir con certeza el tiempo y lugar de la reentrada, pero las predicciones serán redefinidas en las próximas 12 ó 18 horas".

"No hay nada radioactivo en UARS. No hay razón para no tocar nada que usted piense que puede ser un desecho espacial: el metal liviano corta. Las piezas de #UARS se habrán ralentizado mucho para cuando alcance la Tierra: podrían caer a unos 50 kilómetros por hora. Las posibilidades de que usted sea golpeado por una pieza de #UARS es una en varios billones. Muy improbable". "Las piezas de #UARS que aterricen en la Tierra no estarán muy calientes. El calor cesa a 32 kilómetros de altura, y luego se enfrían.

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1 comentarios:

Hebert - diseño de paginas web dijo...

Bueno la verdad espero que todo lo del satelite se haya dado bien, y que haya cumplido su objetivo que es lo mas importante.. :)

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