Qué pasaría si, de la noche a la mañana, la Humanidad se esfumara de la faz de la Tierra? ¿Durante cuánto tiempo perdurarían nuestras obras y nuestra influencia sobre el ambiente? ¿Cómo se las arreglaría el mundo sin nosotros? Esta intrigante premisa se plantea en esta línea de tiempo, en donde vemos qué sucedería con el legado de la Humanidad -lo bueno y lo malo- con el paso de los años.
En su libro “El mundo sin nosotros“, el periodista Alan Weisman especuló con rigor científico sobre cuánto tiempo perdurarían en nuestro planeta las huellas dejadas por el Hombre, y de esta manera analizar el impacto de las acciones de la Humanidad sobre el ambiente desde una nueva y original perspectiva.
Centrada en una ciudad de New York hipotéticamente desprovista de toda vida humana, la obra de Alan Weisman analiza, año tras año, siglo tras siglo, milenio tras milenio e incluso en períodos de millones de años, las consecuencias de la desaparición repentina de los seres humanos. El libro nos ofrece una valiosa herramienta para reflexionar sobre el importante papel que nos toca en el concierto de la Naturaleza, y qué debemos hacer para dejar un digno legado de nuestro paso por la Tierra.
.
2 días: A sólo 48 horas de la desaparición de la Humanidad, los subterráneos de New York se inundan irremediablemente debido a la interrupción de los sistemas de bombeo de agua.
7 días: El suministro de combustible de emergencia para los generadores que refrigeran el núcleo de los reactores nucleares, se agota por completo.
1 año: En todo el planeta, más de mil millones de aves sobreviven cada año al apagarse las luces de advertencia de las torres y antenas de comunicaciones, y al enfriarse los cables de alta tensión. Los animales comienzan a regresar lentamente a las inmediaciones de las centrales nucleares incendiadas o derretidas, a medida que desciende la radiación.
3 años: Por la falta de calor, revientan las tuberías de las ciudades de las regiones más frías. Los escapes de gas provocan enormes incendios que sólo podrán apagarse con fuertes lluvias. Los edificios comienzan a crujir: aparecen grietas y las estructuras se vuelven inestables. La falta de un ambiente tibio provoca la desaparición de las cucarachas en las ciudades de temperatura templada, luego de uno o dos inviernos.
.
20 años: Las columnas de hierro que soportan las vías férreas aéreas de New York están completamente corroídas. El Canal de Panamá desaparece por el avance de la vegetación y las Américas quedan unidas nuevamente. Las verduras se degradan hasta volver a convertirse en especies no comestibles.
.
100 años: Con la desaparición del tráfico de marfil, el medio millón de elefantes sobrevivientes un siglo atrás, se ha multiplicado por veinte. Las poblaciones de pequeños depredadores -mapaches, comadrejas, zorros- se encuentran en retroceso y en peligro de extinción debido a la aparición de un nuevo competidor altamente voraz e implacable: el antiguo gato doméstico.
.
300 años: Los puentes colgantes terminan de derrumbarse. Las paredes de numerosos diques ya no resisten la falta de mantenimiento y las fugas de agua inundan las ciudades cercanas.
.
500 años: Los suburbios de las ciudades son invadidos por los bosques. Los árboles crecen entre restos de vajilla, electrodomésticos e implementos de cocina de aluminio y acero inoxidable.
15 mil años: Los muros de New York y otras grandes metrópolis sucumben finalmente ante el avance de los glaciares. Las únicas estructuras que perduran relativamente intactas en el mundo son las subtérraneas; como por ejemplo, el túnel del Canal de la Mancha.
.
250 mil años: Los niveles de radiación de plutonio contenidos en las bombas nucleares (cuyas carcazas han desaparecido por la corrosión muchos, muchos milenios antes) son absorbidos finalmente por el suelo y ya no representan una amenanza.
10.2 millones de años: Las esculturas de bronce aún siguen siendo reconocibles.
3,000 millones de años: La vida persiste sobre la Tierra, aunque de formas que ni siquiera somos capaces de imaginar.
4,500 millones de años: El medio millón de toneladas de uranio 238 presente sólo en los Estados Unidos, llega a la mitad de su ciclo de vida. La Tierra comienza a calentarse debido a la expansión del Sol. Al menos durante mil millones de años más, las formas de vida dominantes serán los microorganismos, tal como en los comienzos de la vida sobre el planeta.
6,500 millones de años: La Tierra se derrite por influencia del Sol, que ya ha absorbido a los demás planetas interiores, marcando el final inevitable de nuestro planeta.
.
Por siempre las señales de comunicaciones de radio y televisión transmitidas por la Humanidad durante su breve paso por el planeta Tierra, continuarán viajando a través del espacio como única huella de nuestra remota existencia. Habremos desaparecido, pero solo millones de años despues, la Tierra (nuestro antiguo hogar), seguirá nuestros pasos.
0 comentarios:
Publicar un comentario