No acostumbro a prestar mucha atención a ciertos temas carentes de base que procuran o intentan jugar con el intelecto humano, ni mucho menos a dedicarle un espacio en mi blog, que de por si tiene informaciones más importantes; sin embargo, personas que interactuan diariamente conmigo, tanto en la red como de manera personal, no pierden la oportunidad de cuestionarme acerca del tan absurdo y hasta ingenuo tema del avistamiento de Marte con proporciones idénticas a la de la Luna. En honor a ellos dedico éste análisis que de seguro resultará interesante hasta para el más estudioso en la materia.
Desde hace ya algunos meses, circula por el mundo paralelo de Internet una carta que da cuenta de un suceso que de ser cierto, sería por mucho el acontecimiento astronómico más impresionante que la humanidad haya podido presenciar. La fuente de la información ha sido atribuida al "Planetario Internacional de Vancouver, en Canadá".
El rumor respecto a esta noticia es totalmente falso, y pasaremos a explicarlo de dos formas: la sencilla y la astronómicamente científica. comencemos con la sencilla. Marte tiene unas dimensiones más o menos cerca de la mitad de las de la Tierra y, cuando está más cerca de nosotros permanece a 56 millones de kilómetros de distancia, hecho que aconteció en el 2003, teniendo un acercamiento extraordinario que culminó el 27 de agosto de ese año (2003), manteniendose a tan solo 35 millones de millas o 56 millones de km aproximadamente, siendo el punto más cercano en 60,000 años. Aunque la aproximación de Marte en Agosto del 2003 fue extraordinariamente rara, Marte se acerca periódicamente a la Tierra cada 15 a 17 años debido a que su movimiento alrededor del Sol no es totalmente circular; así que, para un observador sin telescopio de ninguna clase, dicho acercamiento en Agosto del 2003 no mostró diferencia significativa en brillo/tamaño. Solo con un telescopio de gran potencia se podría divisar algo no más grande que un punto luminoso.
En aquella ocasión Marte apareció 6 veces más grande y 85 veces más brillante de lo normal, pero nunca tan grande como la luna. Actualmente Marte sale por el horizonte a las 04.30 am y para el día citado (27 de Agosto 2009) la luna estará además en cuarto creciente, condiciones no óptimas para divisar el planeta rojo. En dado caso, "solo veríamos un puntito" y nada más.
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Al momento en que un astro se presente del mismo tamaño que la Luna nuestro planeta se vería afectado considerablemente por varios terremotos de escalas insospechadas y maremotos continentales. No olvidemos que la Luna, estando en la posición que tiene con respecto a la Tierra, afecta las mareas y los océanos. Si dicho avistamiento fuera cierto, ahora mismo usted podría observarlo a simple vista, y no solo ahora sino mucho antes, digamos semanas y hasta meses de antelación. Ahora bien, si es un observador experimentado del cielo nocturno se dará cuenta que Júpiter, el astro planetario más grande del sistema solar, solo en ocasiones puede ser captado a simple vista y a lo mejor lo confunda con una simple estrella (el diámetro de Júpiter es 11 veces más grande que la Tierra). Seamos objetivos, sencillamente no es posible.
Todo parece indicar que se ha generado un SPAM con este tema para crear cadenas, pues el correo que se distribuye actualmente sobre el tema es idéntico a uno que data del 2003 y ahora que se acerca la fecha se ha reactivado. Para no dejar lugar a dudas, citaré textualmente la carta que triunfalmente anuncia así:
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Explicación CientíficaComenzaré la explicación del mencionado evento celeste formulando dos preguntas sencillas: ¿Cuál de los siguientes cuerpos es más grande: el Sol o la Luna? Luego, ¿por qué el disco solar aparece en el cielo esencialmente del mismo tamaño que el lunar?
El Sol es el objeto más grande del sistema solar. La Luna es muchísimo menor. Sin embargo, ambos se perciben del mismo tamaño por la distancia a la que se encuentran del planeta Tierra. Aunque el astro Rey es el de mayor tamaño (690,000 km de diámetro), se encuentra a una distancia enorme de 150 millones de kilómetros.
Por su parte, nuestro satélite natural, aunque diminuto (3475 km de diámetro), está a tan sólo 380 mil kilómetros. El cociente entre el diámetro de los objetos (dm) y la distancia a la que se encuentran de un observador (D) define lo que los astrónomos llaman "tamaño angular" y es justamente la medida en grados del tamaño de un astro en el cielo. Esta definición puede expresarse matemáticamente así:
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Así pues, el tamaño de un objeto en el cielo depende de cuán grande sea y cuán lejos esté del observador. Entonces, ¿Puede Marte verse tan grande como la Luna, es decir, tener el mismo tamaño angular?
Para encontrar la respuesta es necesario tener presente algunos datos relevantes. Como sabemos, los planetas giran en torno al Sol describiendo órbitas elípticas, lo cual significa que su distancia al Sol no es constante. En cierto momento su separación es máxima (afelio) mientras que en otro es mínima (perihelio). La diferencia entre la separación máxima y mínima será mayor cuanto más diste la órbita de ser circular. Los astrónomos utilizan el concepto de excentricidad para expresar cuánto se asemeja la órbita a un círculo. Cuando la excentricidad es cero, se tiene una circunferencia. Valores mayores de 0 pero menores que 1 definen elipses.
Marte, cuyo nombre honra al dios guerrero, posee una de las órbitas de mayor excentricidad, lo cual se refleja en una variabilidad muy grande de su distancia al Sol. Va de 207 millones de kilómetros en el perihelio a 249 millones de kilómetros en el afelio. La Tierra, por su parte, tiene una excentricidad muy próxima a cero, es decir, es casi circular presentando variaciones de alrededor de 3,4 % entre afelio y perihelio. Su distancia media al Sol es de 150 millones de kilómetros.
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Como puede verse en la imagen anterior, la Tierra sigue una trayectoria prácticamente circular, además de que se mueve más rápido alrededor del sol que su vecino rojo. Por su parte, la órbita de Marte, debido a su gran excentricidad, garantiza posiciones de máximo y mínimo acercamiento con respecto al planeta azul. En ciertas ocasiones, los astros se alinean de forma que el Sol, la Tierra y el planeta forman un arreglo semejante al de la figura. A este ordenamiento, que sólo ocurre con los planetas cuyas órbitas son mayores que la terrestre y la Luna, se le conoce como oposición. Cuando la oposición ocurre cerca del perihelio (oposición perihélica), tal como se ve en el dibujo, se produce el máximo acercamiento entre la Tierra y el planeta.
La oposición perihélica entre la Tierra y Marte garantiza una separación mínima de 56 millones de kilómetros aproximadamente. Este hecho es fundamental. Puesto que las órbitas no se modifican, esta distancia jamás podrá ser reducida, a menos claro que algún evento catastrófico afectara sus trayectorias.
Marte posee un diámetro ecuatorial de 6,873 kilómetros. Dado que conocemos la distancia mínima que puede alcanzar con respecto a nuestro planeta, con la ayuda de la fórmula presentada arriba podemos determinar cuál será su tamaño aparente al alcanzar la oposición perihélica con la Tierra. Esto es:
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Entonces, el tamaño del planeta rojo visto en el cielo terrestre por un aficionado a la astronomía sería de unos 25 minutos de arco (recuérdese que un grado de circunferencia o arco tiene 60 minutos y que un minuto de arco tiene 60 segundos. Así, un segundo de arco es 1/3600 de un grado de circunferencia).
¿Y qué ha sucedido con la Luna? Bueno, como primer paso debemos determinar su tamaño angular. Nuestro satélite natural tiene un diámetro ecuatorial de 3,475 kilómetros y se encuentra a una distancia media de la Tierra de 384,000 kilómetros. Efectuando las operaciones como en el caso marciano:
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De este resultado, se concluye que el mismo astrónomo aficionado vería a la Luna con un tamaño angular de 31 minutos de arco.
Gracias a este sencillo cálculo se ha logrado establecer la verdad sobre el problema que nos ha ocupado. Resulta que Marte no se verá tan grande como la Luna. De hecho, en la situación descrita aparecería 75 veces más pequeño que nuestro satélite. Y no sólo eso. Puesto que ladistancia de separación mínima entre ambos planetas no puede reducirse, nuestro vecino rojo jamás podrá verse tan grande como afirma la carta.
Ahora me gustaría resaltar algunos otros hechos relevantes para que juzgue por usted mismo la veracidad de la información que se ha divulgado a través del correo electrónico:
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El 2009 fue nombrado por la UNESCO como el Año Internacional de la Astronomía con la finalidad de conmemorar a un grande del pensamiento universal: Galileo Galilei.
Hoy recordamos que hace 400 años Galileo utilizó el telescopio para comenzar a sondear la inmensidad del cosmos, aventurándose a recorrer con la vista los mundos inmediatos, nuestros vecinos en la familia del Sol. Pero el hecho en sí es más significativo. En un mundo donde la palabra de las autoridades religiosas era la ley, este hombre se atrevió a desafiar lo establecido, sentando las bases de una nueva era de descubrimientos donde lo más importante sería verificar la información, experimentar, ponerla a prueba para nunca volver a ser presas de los pseudoargumentos de autoridad.
Hoy más que nunca es necesario rescatar el pensamiento del bien llamado padre de la ciencia para hacer frente a la gran cantidad de datos falsos que surgen en la cotidianidad de la vida.
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Conjunción Luna y Marte en su momento más cercano a la Tierra (2003) Luna, Marte, Saturno y Venus en conjunción
Esta foto capturó un momento ciertamente espectacular por lo difícil que es de contemplar: la Luna, Mercurio, Júpiter y Marte en todo su esplendor sobre el horizonte del Lago Tuggerah, en la región de Australia. Tomada por Mike Salway el lunes 23 de febrero 2009 .
No es suficiente con creer lo que los demás dicen. Es necesario comprobarlo. Sirva pues este pequeño artículo como un exhorto para cultivar el sentido crítico y con ello contribuir a disipar las tinieblas de la ignorancia que hoy nos acechan más que nunca. Así, estimado lector, no se conforme con lo que he escrito hoy aquí. Investigue, dude de mis palabras, consulte libros, corríjame donde esté equivocado y comparta su conocimiento con el mundo.
Gracias a Alfredo Magaña Jattar del Instituto de Astronomía (UNAM) quien suministro los cálculos mostrados en la explicación.