El asteroide Apophis tiene más o menos el tamaño de dos y medio campos de fútbol (aproximadamente 250 metros de diámetro). Los nuevos datos fueron documentados por los científicos de Near-Earth Object (objetos cercanos a la Tierra) Steve Chesley y Paul Chodas, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
Estos valores actualizados se presentaron en la reunión de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana en Puerto Rico el pasado 8 de octubre.
“Apophis es uno de los cuerpos celestes que captaron el interés público luego de su descubrimiento en 2004″, dijo Chesley. “Las técnicas de computación avanzadas y los nuevos datos disponibles indican que la probabilidad de encuentro con la Tierra, el 13 de abril de 2036, para Apophis ha descendido de una en 45.000 a cuatro en 1.000.000”.
La mayor parte de los datos que permitieron actualizar la órbita de Apophis proceden de observaciones que realizaron Dave Tholen y sus colaboradores en el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai en Manoa. Tholen buscó entre cientos de imágenes del cielo nocturno no publicadas antes que fueron realizadas con el telescopio de 2,2 metros de la Universidad de Hawai, instalado cerca de la cumbre de Mauna Kea.
Estos valores actualizados se presentaron en la reunión de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana en Puerto Rico el pasado 8 de octubre.
“Apophis es uno de los cuerpos celestes que captaron el interés público luego de su descubrimiento en 2004″, dijo Chesley. “Las técnicas de computación avanzadas y los nuevos datos disponibles indican que la probabilidad de encuentro con la Tierra, el 13 de abril de 2036, para Apophis ha descendido de una en 45.000 a cuatro en 1.000.000”.
La mayor parte de los datos que permitieron actualizar la órbita de Apophis proceden de observaciones que realizaron Dave Tholen y sus colaboradores en el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai en Manoa. Tholen buscó entre cientos de imágenes del cielo nocturno no publicadas antes que fueron realizadas con el telescopio de 2,2 metros de la Universidad de Hawai, instalado cerca de la cumbre de Mauna Kea.
para el 2029 el asteroide podrá ser visto desde la Tierra sin instrumentos y es entonces cuando se conocerán su masa, su velocidad de rotación, su forma y sus características térmicas.
Tholen realizó mediciones mejoradas de la posición del asteroide en las imágenes, lo que le permitió ofrecerles a Chesley y Chodas un nuevo grupo de datos, con más precisión que los que se habían medido antes. También se usaron en los cálculos de Chesley mediciones realizadas desde el telescopio Bok de 2,3 metros del Observatorio Steward en Kitt Peak, Arizona, y del Observatorio de Arecibo en la isla de Puerto Rico.
Apophis fue descubierto en 2004 por Tholen, Fabrizio Bernardi (Universidad de Pisa) y Roy Tucker, de la Universidad de Arizona. Seis meses después de su descubrimiento los cálculos llegaron a indicar una probabilidad entre 37 de impacto el 13 de abril de 2029. Esta fecha fue descartada y se pasó a estudiar el siguiente acercamiento potencialmente peligroso, en 2036, también el 13 de abril. Ahora el riesgo se ha reducido, y probablemente lo hará todavía más. La preocupación es que la perturbación gravitatoria causada por su cercanísimo paso de la Tierra le sitúe en rumbo de colisión en la siguiente aproximación y eso es lo que todavía no está descartado totalmente.
El asteroide está ahora demasiado cerca del Sol para ser observado. Las observaciones ópticas podrán reanudarse a finales de 2010 y las de radar en 2013, pero es muy posible que no se pueda saber con mayor seguridad la probabilidad de impacto para 2036 hasta que llegue en 2029, cuando será visible desde la Tierra sin instrumentos. Para entonces se conocerán su masa, su velocidad de rotación, su forma y sus características térmicas y luego se podrá evaluar la influencia en su trayectoria de su paso por la Tierra.
Sin embargo, se prevé que el asteroide fije un nuevo récord —aunque no riesgoso— de máxima aproximación a la Tierra el viernes 13 de abril de 2029, cuando pasará a no menos de 29,450 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
Apophis fue descubierto en 2004 por Tholen, Fabrizio Bernardi (Universidad de Pisa) y Roy Tucker, de la Universidad de Arizona. Seis meses después de su descubrimiento los cálculos llegaron a indicar una probabilidad entre 37 de impacto el 13 de abril de 2029. Esta fecha fue descartada y se pasó a estudiar el siguiente acercamiento potencialmente peligroso, en 2036, también el 13 de abril. Ahora el riesgo se ha reducido, y probablemente lo hará todavía más. La preocupación es que la perturbación gravitatoria causada por su cercanísimo paso de la Tierra le sitúe en rumbo de colisión en la siguiente aproximación y eso es lo que todavía no está descartado totalmente.
El asteroide está ahora demasiado cerca del Sol para ser observado. Las observaciones ópticas podrán reanudarse a finales de 2010 y las de radar en 2013, pero es muy posible que no se pueda saber con mayor seguridad la probabilidad de impacto para 2036 hasta que llegue en 2029, cuando será visible desde la Tierra sin instrumentos. Para entonces se conocerán su masa, su velocidad de rotación, su forma y sus características térmicas y luego se podrá evaluar la influencia en su trayectoria de su paso por la Tierra.
Sin embargo, se prevé que el asteroide fije un nuevo récord —aunque no riesgoso— de máxima aproximación a la Tierra el viernes 13 de abril de 2029, cuando pasará a no menos de 29,450 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
No se ha descartado todavía la posibilidad de colisión.
“La determinación orbital refinada reafirma la idea de que Apophis es un asteroide al que podemos tomar como una oportunidad de hacer ciencia, y no como algo que debemos temer”, dijo Don Yeomans, director de la Oficina del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra del JPL. “El público puede hacer el seguimiento mientras avanzamos en el estudio de Apophis y otros objetos cercanos a la Tierra en nuestro sitio web AsteroidWatch y en nuestro feed de Twitter @AsteroidWatch“.
La ciencia de predicir órbitas de asteroides se basa en un modelo físico del Sistema Solar que incluye las influencias gravitatorias de la Luna, el Sol, otros planetas, y los tres grandes asteroides.
La NASA detecta y rastrea asteroides y cometas que pasan cerca de la Tierra usando telescopios espaciales y terrestres. El Programa de Observaciones de Objetos Cercanos a la Tierra, al que se conoce como “Spaceguard“, descubre estos objetos, caracteriza un subconjunto de ellos y traza sus órbitas para determinar si alguno podría ser potencialmente peligroso para nuestro planeta.
El JPL gestiona la oficina del Programa de Observaciones de Objetos Cercanos a la Tierra (Near-Earth Object Program Office) para la Dirección de Misiones Espaciales de la NASA en Washington. JPL es un división del Instituto de Tecnología de California en Pasadena. La universidad Cornell, Ithaca, NY, opera el observatorio de Arecibo en un acuerdo cooperativo con la National Science Foundation de EEUU en Arlington, Va.
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