El 6 de octubre de 2008 se descubrió el asteroide 2008 TC3. El asteroide que estalló a 37 km de altura, sobre el desierto de Nubia, en el norte de Sudán con la potencia de una pequeña bomba nuclear, dispersó meteoritos que son clave para el conocimiento de esos cuerpos celestes. El 5 de diciembre de 2008, una expedición recuperó fragmentos del asteroide.
Es la primera vez que los astrónomos han podido observar un asteroide que se aproximaba a la Tierra y que, tras su estallido se hayan recogido sus restos inmediatamente. Muchos de los asteroides que vagan por el cosmos son restos de los albores del universo hace miles de millones de años.
En películas como Deep Impact y Armageddon se relatan historias de la Humanidad enfrentándose al impacto de cometas o asteroides. Los fósiles de dinosaurios dan testimonio de que no es sólo ficción, es una cuestión de tiempo. En octubre de 2008 fue la primera vez que se descubrió un asteroide y que finalmente impactó con la Tierra. Este asteroide ha sido portada de varias revista entre las que se destaca la correspondiente a la revista científica Nature. ¿La razón? También por vez primera, el asteroide pasó del telescopio al laboratorio: tras intensa búsqueda en el desierto sudanés se lograron recuperar varios fragmentos, que han sido analizados. Esta es la apasionante historia del asteroide 2008 TC3.
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El descubrimiento
A las 06:38 Tiempo Universal (TU) del 6 de octubre de 2008, Richard Kowalski (Universidad de Arizona) descubrió un asteroide durante el transcurso del proyecto de catalogación de asteroides Catalina Sky Survey. En las horas siguientes, otros tres observadores reportaron más observaciones del asteroide y los cálculos de la trayectoria produjeron un resultado totalmente inesperado: por primera vez se predecía el impacto de un asteroide con la Tierra, y además, en menos de 24 horas.
Tanto el grupo NEODyS, como la Oficina de Objetos Cercanos a la Tierra (JPL-NASA) calcularon que la probabilidad de impacto estaba entre el 99,8% y el 100%. Se predijo correctamente que la entrada atmosférica sería sobre el norte de Sudán el 7 de octubre de 2008 a las 02:46 TU. Los astrónomos también predijeron que el objeto se desintegraría en su mayor parte durante la entrada atmosférica y que por tanto, no llegaría a la superficie ningún fragmento de gran tamaño. Por fortuna, el objeto era muy débil, lo que indicaba que sus dimensiones no eran preocupantes (de apenas unos cinco metros de diámetro).
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El seguimiento
Astrónomos profesionales y aficionados de todo el mundo, especializados en el seguimiento de asteroides, realizaron un gran trabajo observando al asteroide y remitiendo su posición. De entre ellos destacó el grupo español Cometas_Obs, que realizó cerca del 30% de las observaciones mundiales. Alan Fitzsimmons (del Observatorio Armagh) obtuvo un espectro del asteroide mediante el Telescopio William Herschel de 4,3 m en el Roque de los Muchachos (La Palma, Canarias).
En imágenes obtenidas por los aficionados se registró un cambio periódico de brillo en el asteroide (véase el gráfico). Este cambio periódico está relacionado con la rotación. A partir de la curva de luz (gráfica de brillo) del asteroide, ha sido posible estimar que el 2008 TC3 rotaba sobre si mismo una vez cada 93 segundos.
El asteroide fue observable hasta las 01:45 TU, cuando entró en el cono de sombra de la Tierra. Dado que la región donde entró el asteroide en la atmósfera terrestre era el desierto sudanés, no existían muchas esperanzas de registrarlo visualmente.
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El impacto atmosférico
Se calcula que el asteroide explosionó a 37 kilómetros de altura (los aviones de líneas comerciales vuelan a unos 10 km de altura), cuando viajaba a una velocidad de 12,8 km/s. Por fortuna se han recogido varios informes de visualización directa o indirecta.
La volatización del asteroide en su entrada atmosférica produjo trazas de vapor en el cielo. Varias personas en Sudán registraron estas trazas con teléfonos móviles en la madrugada del 7 de octubre.
Un piloto de la compañía aérea KLM pudo ver, a 1400 km al suroeste del lugar del impacto, una explosión en la dirección que coincide con el evento. Una estación infrasónica en Kenia, a miles kilómetros del lugar del impacto atmosférico, registró un evento 2 horas y 24 minutos después de las 02:45 TU (lo cual estaría dentro de lo lógico teniendo en cuenta la velocidad de propagación del sonido). Con los datos infrasónicos, Peter Brown (Universidad de Ontario) calculó que la energía liberada en el impacto atmosférico fue de de entre 1,1 y 2,1 kilotones.A las 02:45:47 TU el satélite meteorológico Meteosat 8 capturó la explosión en imágenes obtenidas tanto en infrarrojos como en el óptico.
Con todas estas observaciones, ¿se había acabado el trabajo con el asteroide? Los expertos se preguntaban si había llegado fragmentos del asteroide a la superficie terrestre y si sería viable recuperarlos.
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Indiana Jones y el Reino de los Meteoritos
Peter Jenniskens (Instituto SETI) y Mauwia Shaddad (Universidad de Jartum) organizaron una expedición de búsqueda en pleno Desierto de Nubia, en Sudán. Se trata de la región más oriental del desierto del Sáhara, muy árida, donde prácticamente no llueve y no hay ningún oasis. En Nubia se levanta el megalito arqueoastronómico más antiguo del mundo, Playa Nabta.
Debido a que el asteroide había explotado a 37 km de altura. Jenniskens suponía que los fragmentos estarían dispersos sobre un área muy grande. Conociendo la trayectoria de entrada del meteorito, el 5 de diciembre de 2008, Jenniskens, Shaddad y otras 45 personas bajaron en la Estación 6 del tren regional y comenzaron a recorrer la trayectoria del asteroide. Sorprendentemente, tan solo dos horas después de haber comenzado la búsqueda uno de los estudiantes de Shaddad encontró una roca oscura que parecía un meteorito: fue el primer fragmento recuperado del asteroide 2008 TC3.
En las siguientes semanas, y tras recorrer 29 kilómetros, la expedición recuperó algo menos de 5 kilogramos en unos 280 fragmentos de meteorito. Los meteoritos suelen recibir el nombre del lugar donde se han encontrado y este caso no es una excepción. Los fragmentos recibirán el nombre de Almahata Sitta (Estación 6 en árabe).
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CSI: Meteoritos
Como en una película de detectives, los científicos tienen todas las piezas del puzzle: imágenes del sospechoso, varios testigos y hasta su ADN. Ahora deben encajarlas. El puzzle del 2008 TC3 son las observaciones telescópicas, las observaciones de la explosión en Tierra y los meteoritos. Esta ha sido la primera vez que los astrónomos han podido comparar las observaciones telescópicas con las muestras en el laboratorio. En concreto, el espectro del asteroide obtenido por el Telescopio William Herschel, que revela la composición química del objeto celeste, coincide perfectamente con la composición de los meteoritos de Almahata Sitta. De haber estado recubierto de polvo, el espectro del asteroide hubiera sido algo diferente.
Los principales tipos de asteroides son tres: tipo C (muy oscuros, compuestos de roca), tipo S (muy brillantes, compuestos por hierro y níquel mezclados) y tipo M (también brillantes, compuestos de hierro y níquel puro). El 2008 TC3 es del tipo F, un subtipo poco frecuente de los asteroides oscuros y rocosos (tipo C).
Fuente: http://www.planetary.org/blog/article/00001684/
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