24 septiembre 2009

Viajar hacia los puntos Lagrange, otra opción para los viajes espaciales




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Mientras existen dudas sobre la viabilidad de volver a la Luna o tratar de ir directamente a Marte, otra opción emerge para nuestros próximos pasos en el espacio: viajar hacia los puntos Lagrange. Los puntos de Lagrange, también denominados puntos L o puntos de libración, son las cinco posiciones en un sistema orbital donde un objeto pequeño sólo afectado por la gravedad puede estar teóricamente estacionario respecto a dos objetos más grandes, como es el caso de un satélite artificial con respecto a la Tierra y la Luna.

Una comisión de la Casa Blanca, dirigida por Norman Agustine, está revisando los planes de NASA para los vuelos espaciales humanos y está considerando, de acuerdo a New Scientist, enviar astronautas a esos lugares en el espacio vacío. Los Puntos Lagrange son especiales porque allí la aceleración gravitatoria de la Tierra y el Sol son equivalentes, permitiendo a los objetos permanecer allí con poco esfuerzo.

Al estar lejos de las calientes estrellas y planetas, son útiles para los telescopios que miden las fluctuaciones del espacio profundo. La sonda WMAP, que mide la radiación del big bang, se encuentra en el llamado punto Lagrange L2, a más de un millón de kilómetros de la Tierra. El sucesor del Hubble, el telescopio James Webb, será enviado allí también.

La sonda WMAP, que mide la radiación del big bang, se encuentra en el llamado punto Lagrange L2.

"Si miras la lista de los futuros telescopios espaciales, todos irán a L2", indicó Dan Lester, de la Universidad de Texas, quien habló con la comisión de revisión en julio. "Será un lugar muy ocupado allí afuera". Pero, ¿qué podrían hacer los humanos en ese lugar? Una tarea útil es reparar y modernizar los nuevos telescopios, como ya han hecho los astronautas con Hubble en cinco ocasiones.

El telescopio espacial Hubble es una de las instalaciones científicas más productivas en la historia de la ciencia principalmente porque cada cuatro o cinco años se actualizan y reparan sus instrumentos. "Si queremos que los humanos tengan algo que ver con los nuevos instrumentos, debemos pensar en los puntos Lagrange", señaló Lester.

Ubicación de los 5 puntos Lagrange

La supercarretera del sistema solar.
Los astronautas no tendrían que ir tan lejos como a L2 para ser útiles. Los puntos Lagrange existen en el sistema Tierra-Luna, así como en los demás planetas del sistema solar.

Viajar entre dos de estos puntos requiere muy poca energía. Los masivos objetos como el Sol y los planetas tienen campos gravitacionales que se parecen a montañas y colinas, pero los puntos Lagrange son como las planicies gravitacionales. Una vez en el camino correcto, una nave puede viajar a través del contorno gravitacional del espacio entre estas planicies, como si viajaran en una supercarretera interplanetaria.

Los futuros astronautas podrían reparar los telescopios en un área en el punto Lagrange más cercano del sistema Tierra-Luna y luego enviarlos de nuevo a L2 al finalizar la reparación. Incluso podrían ensamblar telescopios y naves en ese lugar para luego enviarlas a su destino.

Los futuros astronautas podrían reparar los telescopios en un área en el punto Lagrange.

Otros ven a los puntos Lagrange como peldaños en el camino hacia lugares como Marte.
"El lugar al que todos queremos ir es Marte", comentó Lou Friedman, fundador y director ejecutivo de la Sociedad Planetaria. Pero también señaló que los puntos Lagrange presentan "el hito más cercano a la Tierra que está más allá de la Luna". Viajar a L2 tomaría alrededor de un mes y las comunicaciones desde la Tierra tardarían cuatro segundos en arribar a L2. En cambio, llegar a Marte tomaría al menos seis meses y las comunicaciones tendrían 20 minutos de demora.

NASA podría usar una misión Lagrange para probar tecnologías necesarias para llegar a Marte -como los sistemas de soporte de vida y las formas de proteger a los astronautas de la radiación- mientras tienen un contacto sencillo con la Tierra. Sería un peldaño, superior al viaje a la Luna y menor al de Marte, de la misma forma que el programa Gemini no fue a ninguna parte (excepto a una órbita baja terrestre) pero todo el mundo comprendía que cada paso era necesario para llegar a la Luna. "A cada paso mejoramos nuestra capacidad de ir más lejos", resumió Friedman.

Destinos espaciales más allá de la órbita terrestre.

Que esta propuesta se concrete o no dependerá de muchísimos factores. Pero la propuesta es flexible y abarcativa. No se trata de una misión con el único objetivo de poner astronautas en L2. Por el contrario, el enfoque propuesto a la comisión es que la exploración espacial no puede empezar y terminar en la Luna. Debe pensarse en equipo, tecnología y objetivos superadores, con una visión a largo plazo. Marte y Venus parecen ser esos grandes objetivos, que para alcanzarse pueden ser muy útiles pasos intermedios.

Pero también se evalúan costos, tiempos y el "gancho" con el público. En este sentido puede parecer poco probable que la gente se apasione por el envío de astronautas al espacio vacío. Sin embargo, la posibilidad de llegar hasta los telescopios espaciales que se instalarán allí para repararlos y mejorarlos es una magnífica opción.

Fuente: New Scientist, artículo "Why future astronauts may be sent to gravity holes", por Lisa Grossman

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